jueves, 20 de diciembre de 2018

Yogur de chocolate


Hola!!
No tengo mucho tiempo, pero no quería olvidarme de poner esta receta en el blog porque la hice hace poco por primera vez y me ha encantado!! Y a los peques más!!
Creo que la vi en la página velocidad cuchara.

Ingredientes
·         3 huevos medianos
·         100 g de Colacao o Nesquick (si eres Celíaco usa Nesquick para celíacos)
·         20 g de maicena
·         50 g de azúcar
·         Una pizca de sal (yo no la puse, se me olvidó)
·         700 ml de leche

Preparación
-       Introduce 500 g de leche junto con el resto de los ingredientes en el vaso del Thermomix y programa 8 minutos, 90º y velocidad 4.
-       Agrega los 200 g de leche restantes y mezcla unos segundos en velocidad 9, después programa 4 minutos, 90º, velocidad 4.
-       Sirve en tarros o vasos pequeñitos y espera deja enfriar.

Los más golosos pueden añadir toppings en el momento de servir tipo virutas de chocolate, nata, etc.


Disfrutarlos!!

jueves, 25 de octubre de 2018

A los 40 a Bolonia!!


SOY FELIZ, y parte de esa felicidad me la proporcionan mis AMIGAS.
Si, amigas con mayúsculas, amigas con las que puedes contar, amigas que han sido, son y serán para siempre.
Este fin de semana hemos cumplido una de las promesas que nos hicimos hace mucho tiempo, hacer un viaje juntas para celebrar nuestras 40 Primaveras.
¿Cómo elegimos el destino? Pues fue una decisión fácil, una vez supimos en qué fecha podíamos ir todas buscamos el vuelo más barato desde Valencia y allí estaba, esperándonos a nosotras la ciudad de BOLONIA.
El viernes 19 de Octubre (y con alerta naranja en Valencia por lluvias, colegios suspendidos, etc…) a las 12:30 de la mañana aproximadamente Amparín vino a por mí y nos fuimos al aeropuerto. Allí ya estaba Maki esperándonos y en breve llegaron Grami, mi prima Silvia y Geni.
Mientras llegaban el resto fuimos pasando el control para buscar sitio para comer (por cierto, en el control casi me dejo el bolso…). El vuelo se retrasó una hora, pero no nos dimos ni cuenta, allí todas de charreta en la cafetería y por fin llegó el momento de subir al avión.


Como en Ryanair son tan especiales y no pagamos más para elegir asiento nos pusieron a todas separadas, pero por suerte un chico le cambió el sitio a mi prima para que viniera a mi lado, ella aún tiene más miedo que yo a volar, y menos mal que pudo cambiarse.
Al final, a pesar de la climatología, el vuelo fue bueno y en 1 hora 40 minutos estábamos en nuestro destino, BOLONIA.
Pillamos tres taxis y llegamos al Hotel Centrale, un hotel viejecillo, pero muy aseado y muy céntrico, que era lo que buscábamos. Nos distribuimos en tres habitaciones, en una estábamos Cade, pardo, Muri y yo, en otra Soler, Grami, Sonieta y Amparin y en la otra Martu, Maki y Geni.
Dejámos las maletas y nos fuimos a ANDAR, que es lo que más hemos hecho estos días, tengo los gemelos como dos rocas.
Cómo, no, llegamos a la Piazza Maggiore y dimos con nuestro amigo Neptuno (no sé por qué yo le llamaba Hércules jajajaja), en la estatua de la Fontana del Nettuno se escondía uno de los 7 Secretos de Bolonia, éste tenía que ver con su miembro viril (o Cipolla jajajaja), la verdad es que nos dio mucho juego. Por lo visto, en un principio sus atributos eran demasiado grandes y la iglesia mandó a su escultor modificarlos. Pero el escultor no quedó contento y desde una zona de la plaza en la parte posterior de la escultura el dedo pulgar de Neptuno parece su miembro algo alzado.


Cruzamos la Piazza Maggiore y continuamos paseando. Tengo que añadir que cada 5 minutos parábamos a hacernos fotos!! Jajajajaja


En una callejuela que sale de la Piazza encontramos el Mercato di Mezzo, allí nos sentamos a tomarnos un vinito blanco y a echarnos unas risas. 



Seguimos paseando para llegar al sitio donde habíamos reservado para cenar, recomendado por el cuñado de Muri. Una Pizzería Trattoria que se llama O’ Sole Mio, un sitio de esos de toda la vida, con solera, con encanto, muy bueno y muy barato. Lo típico en Bolonia son los tagliatelle o los tortellini al ragú, pero yo esa noche preferí pedirme una Pizza (que rica por favor!!), sin aceite picante jajajaja, no como Muri, que casi tira fuego por la boca. Todo muy rico, sobretodo la Panna cotta que pidió Amparin, impresionante. 



Todo esto entre risas, historias y copas de vino y sin poder creerme que estaba allí con todas ellas; en un momento de esa cena hice un paréntesis, me tomé un minuto para observarlas, para valorar lo que estábamos haciendo, el esfuerzo que ha hecho cada una de ellas para poder estar viviendo ese momento, para darme cuenta de lo afortunada que soy por tener un grupo de amigas desde la infancia y que hoy en día, después de 40 años (que se dice pronto) aún siguen ahí, voluntariamente, haciéndome llorar y haciéndome reír como siempre, como toda una vida.

Al terminar de cenar, pasamos por el Café di Paris y decidimos entrar a tomar una copa y continuar nuestras charlas interminables, a contarnos nuestras últimas hazañas, una noche perfecta con la compañía ideal.
A las 2 y pico llegábamos al Hotel cansadas de todo el día y decidimos levantarnos prontito para poder empezar a recorrer la ciudad y no perdernos nada.







Por la mañana, fuimos a desayunar en el hotel y pronto nos pusimos en marcha por las calles empedradas de Bolonia.
Lo primero que vimos fue la Iglesia de San Petronio, que es la que está en la Piazza Maggiore, y que tiene un cura bastante antipático que estaba todo el rato quejándose, nos hicimos unas fotos muy chulas en un Pozo, jajaja, yo recuerdo los sitios por las fotos que nos hemos hecho allí. El papa paralizó su construcción porque iba a sobrepasar a la Basílica del Vaticano, su construcción se retomó varias veces a lo largo de los siglos y aún a día de hoy sigue sin terminar completamente. Carlos V la eligió para su coronación.



A continuación, fuimos a ver las famosas Due Torri, compramos entrada para subir a la más alta con casi 500 escalones alrededor de las 13 h, y mientras tanto fuimos a ver la Basilica de Santo Domenico que está en una plaza muy chula.


Mientras se hacía la hora de subir a la torre, unas se quedaron en la plaza tomando unas cervezas y otras nos fuimos a ver la Finestrella, uno de los canales (Canalle delle Molline) subterráneos que asoma en la Via Piella a la altura del número 18. Bolonia fue conocida como la Piccola Venezia por sus canales.


A la hora prevista subimos a la Torre de los Asinelli para poder disfrutar de sus vistas, aunque arriba es muy pequeño para tanta gente y agobia bastante, pero nosotras nos sobra con hacernos unas fotos arriba jajajajaja.





De ahí ya nos fuimos a comer a un sitio súper bonito (también recomendado por el cuñado de Muri) se llama Buca San Petronio, nos dieron una especie de reservado y lo bordamos. Allí las que ya han cumplido los 40, Maki, Muro y Martu, nos dieron una sorpresa, se pusieron sus bandas de Cuarenteañeras y sacaron una tarta con velas para hacer más real aún la celebración de nuestro viaje. Nos lo pasamos genial. En esta ocasión sí que probé los Tagliatelle Ragú, que es una especie de boloñesa y estaban buenísimos.





Para bajar la comida fuimos a comprar unos regalitos y a ver la Catedral de San Pietro y también subimos a su cúpula, al campanario, desde aquí me gustaron más las vistas. Para subir es un pasillo súper estrechito donde hay que pararse y ponerse de lado para dejar pasar a la gente que baja. La subida es más corta que a la Torre, pero cuesta un poquito. También vimos las catacumbas, donde se encuentra la espada original de la estatua que se encuentra en su fachada. Nos contaron, bueno a mi no, que salí antes para acompañar a mi prima, que durante la guerra una bomba calló sobre la catedral y rebotó en la espada y explotó a unos metros de distancia dejando intacta la catedral. 





Nos fuimos a descansar un poquito al hotel (a cambiarnos) y enseguida fuimos a buscar la Universidad de Bolonia, que parece ser la más antigua de Europa, pero no tuvimos suerte, no pudimos acceder al campus y no vimos nada.

Nos sorprendía la cantidad de gente por las calles, hay muchísimo ambiente a todas horas.

Esa noche, gracias a Amparín, descubrí el juego que da el Snapchat, jajajajaja. Me parto de risa. Después de cenar tomamos unas copas en un sitio muy rarito y nos fuimos pronto a descansar, que estábamos reventadas (más de 30.000 Pasos según el reloj de la Muro, jejejeje)







A la mañana siguiente, dejamos ya todo recogido en la consigna del hotel y después de desayunar nos pusimos en marcha para ver la Basílica de San Lucas. Está en una montaña a las afueras de la ciudad, se puede subir en bus, trenecito o andando y ¿Cómo lo hicimos nosotras? Andando!! Que dolor de gemelos!! Nos pasámos toda la mañana andando, cuando llegas arriba es bonito, pero si volviera subiría en autobús jajajaja





Se acercaba la hora de volver a casa y fuimos otra vez a comer a O’ Sole Mio, y paseando volvimos al hotel.
En este momento, las cuarentañeras nos pasaron el relevo a las siguientes, traspaso de bandas… jajaja




Cuál fue nuestra sorpresa, que no había prácticamente taxis, no sabían que pasaba. Necesitábamos 3 taxis para que nos llevaran al aeropuerto, el primero llegó pronto, pero el segundo tardó bastante. Yo iba en este segundo, y al salir del hotel nos dimos cuenta que estaba diluviando! Con el tiempo tan bueno que nos había hecho! Bolonia lloraba por nuestro Adiós… Para colmo de la lluvia, había partido y acababa de terminar, estaba todo colapsado… no sabíamos si llegaríamos a tiempo… y las que quedaban aún estaban sin taxi! Pasamos un mal rato, pero finalmente llegamos a tiempo (justitas justitas).

El despegue del vuelo fue movidito, menos mal que mi prima se pagó el asiento para ir conmigo… al final llegamos sin incidentes…


Sareta, te hemos echado de menos. Repetiremos.

Un viaje para repetir, tendríamos que hacerlo todos los años, o cada dos años, para celebrar nuestra amistad, para celebrar nuestra suerte.

Amigas, solo puedo deciros que os admiro y que os quiero con locura. 













jueves, 7 de junio de 2018

Croquetas de Merluza y Gambas


Hola a tod@s,
Ayer tarde lluviosa (sin parque) aproveché para cocinar mientras los peques jugaban y veían la tele en casa. A Eric el pescado no le hace mucha gracia, solo se lo toma triturado o en hamburguesa, así que pensé en hacérselo en croquetas. Y ya que hacía para él pensé en todos, las mamis no podemos estar haciendo diferentes comidas a unos y a otros, así que pensé en unas croquetas que pusiéramos comer todos y se me ocurrió hacerlas de merluza y gambas.

Ingredientes:

-         - Dos lomos de merluza
-         - 12 gambas rayadas
-         - 1 ajo
-         - Un poco más de media cebolla
-         - Una cucharada grande de mantequilla
-         - Harina (cantidad a ojo)
-         - Leche (cantidad a ojo)
-         - 2 Huevos
-         - Pan rallado

Preparación:

Hervimos la merluza en agua con un pelín de sal. Cuando este hervida la sacamos, le quitamos la piel y espinas si tuviera, la desmigamos y la reservamos.

Separamos las cabezas de las gambas de las colas. En una sartén grande ponemos aceite y un ajo y freímos cabezas y colas de gambas.
Cuando las colas estén cocinadas las apartamos y apretamos las cabezas para que suelten el jugo, las pisamos con una cuchara de madera, por ejemplo. Y las retiramos también. Intentamos limpiar el aceite de bigotillos y patas de las gambas, que a mí me da una rabia encontrármelos….





Pelamos las colas, las cortamos en trocitos y reservamos.
En ese mismo aceite que tiene el saborcito de las gambas sofreímos la cebolla y cuando esté pochada añadimos la merluza y las colas a trocitos. Mezclamos todo.



Ahora podemos hacer dos cosas, hacer la bechamel por un lado y mezclarlo todo o hacerla en la misma sartén a la vez, yo opto por la segunda, me es más cómodo y rápido y además así hago la medida justa, no me sobra bechamel. Para hacerlo de esta segunda manera, hacemos un hueco en el centro de la sartén y ponemos la mantequilla, cuando se haya fundido añadimos harina y la cocinamos un poquito dándole vueltas con la mantequilla y lo mezclamos todo. 




Se queda una masa muy espesa y para aligerarla empezamos a echar poco a poco la leche y movemos. Cuando se quede una textura pastosa pero que se puede mover (no es un pegote) paramos de añadir leche.
Sacamos la mezcla y trituramos. Puede no triturarse, pero a mis hijos no les gusta encontrarse tropezones… Finalmente la pasamos a un recipiente y la dejamos enfriar.



En un plato o bol ponemos harina, en otro huevo batido y en otro pan rallado y cuando la masa ya esté fría hacemos bolitas o cuadrados o cada uno la forma que quiera para las croquetas, en mi caso hago como hamburguesitas. Las ponemos primero en el bol de harina, las enharinamos y nos las pasamos de una mano a otra para quitarles el exceso de harina, y las pasamos al huevo, las mojamos en el huevo y las pasamos al bol de pan rallado y las rebozamos en el pan.




Y finalmente solo queda freírlas en aceite.



Están riquísimas!! Llevan un poco de trabajo, pero ya veréis, merecen la pena!!
Bon profit!